Simón murió ahogado en una bolsa de balanceado el sábado 20 a la madrugada, en la misma pileta en la que nadaba en verano. Lo tiraron por arriba del tapial y tuvo la mala suerte de caer en el agua.
Volvió a su casa y no se enteró. Ni siquiera le sacaron su collarcito. Estuvimos tan cerca y ahora vamos a estar para siempre lejos. Me duele pensar que casi te recupero y que ya nunca te voy a volver a ver. A lo mejor yo no fui lo suficientemente especifica cuando pedía que vuelvas. No quería que nos reencontremos así.
Simón amaba la vida. Le gustaban las siestas al sol y salir a pasear. Era sociable. Probablemente eso le jugo en contra la noche del 26 de junio.
El más chiquito de su camada, siempre la peleo para salir adelante. No dudo que también dio todo cuando intentaba respirar mientras el agua le llenaba los pulmones.
De veterinario en veterinario hasta que encontramos la forma de sacarte adelante y puedas repartir tu alegría y amor por todos lados.
Nunca pensé que te iba a escribir algo así cuando solo tenias 10 meses.
No puedo parar de pensar en que tus últimos días sufriste lejos y solo, y que tu última imagen en este mundo fue todo el mal que puede llevar adentro una persona.
Conociste lo mejor y lo peor de la vida en cuestión de meses.
Quiero que sepas que te voy a amar toda la vida y que aunque no te tenga físicamente conmigo, nunca voy a borrar tu recuerdo porque lo que te marca no se olvida y lo que no se olvida perdura. Y si nuestra felicidad no pudo ser eterna, que al menos lo sean mis recuerdos para llevarte siempre conmigo.
Hoy te lloro y te extraño profundamente. Quería traerte a casa, a tu colita feliz y tus orejitas al revés, no tus cenizas.
Espero que estés descansando en paz, ya no podes sufrir y eso me tranquiliza. De alguna manera volviste a mi. Que triste que no lo supiste.
Para vos que lo devolviste de la misma forma en que te lo llevaste, siendo un cobarde. Lo robaste, lo tuviste 24 días encerrado y lo mataste ¿Qué te costaba devolverlo bien y cobrar la recompensa? Para vos era plata, para mi, mi vida entera.
Desde lo más profundo de mi corazón, deseo que nunca te toque morirte ahogado en una bolsa, en el patio de tu casa, peleando por resistir un poquito más. Que tu sufrimiento sea en vida. Te deseo todo lo malo de este mundo y de los que están por venir. Todo vuelve y cuando te llegue, espero que tengas suficiente tiempo para sufrir las consecuencias de tus actos. Ojalá todas las noches cuando intentes dormir, la imagen de Simón te carcoma la conciencia.
Se que no va a pasar, porque no hay nada de humanidad que pueda existir en un ser así. Nadie a quien se le pueda decir persona comete tal atrocidad contra una vida tan frágil e inocente.
Hasta siempre Simón, sabe que te busque hasta el último momento. Ya estas en casa.
Isabela Catinot.